viernes, 24 de abril de 2009

Sisters - SUMO


Sisters



Through the course of an embrace
our sisters felt a striking hand
their fear was raised by the light of day
their quiet rage slee
ps with them tonight
...And they say
We have a reason, to ban our heart
we have a reason to change our mind
sister midnight, sister moon
like me so much do
n´t think i´ll see them soon.







Hermanas




Por el curso de un abrazo

Nuestros hermanos sintieron

Una mano asombrosa

Su miedo fue levantado

Por la luz del día

La rabia se tranquilizó

Y soñaron esta noche...

Y ellos dicen que

Tenemos una razón,

Prohibir a nuestro corazón

Tenemos una razón

De cambiar nuestra medianoche

La hermana de mi mente,

La luna hermana mía,

Como yo no piensas

Que yo los veré pronto...





Luca Prodan


jueves, 23 de abril de 2009

Sólo soy...

No escribo para que la gente me lea, me quiera o me siga, escribo porque tengo ganas, porque soy libre de hacerlo y porque me da la gana.


No soy lo que la quiere que sea, espera que de, piense que soy, soy lo que soy desde adentro, soy yo, soy mi esencia y mi existencia, soy parte de un todo que es mi vida y es mi mundo, y no hay más.


Sólo busco expresarme en mí, entenderme quizás, conocerme y explorarme.


Sólo soy yo.



Al Lector

La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
y aliment
amos nuestros amables remordimientos,
como los mendigos nutren su miseria.




Nuestros pecados testarudos,
nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largam
ente nuestras confesiones,
y entramos alegremente en el camino cenagoso,
creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.







Sobre la almohada de

el mal está Satán Trismegisto
que mece largamente nuestro espíritu encantado,
y el rico metal de nuestra voluntad
está todo vaporizado por este sabio químico.


¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!







A los objetos repugnan

tes les encontramos atractivos;

cada día hacia el Infierno descendemos un paso,

sin horror, a través d

e las tinieblas que hieden.

Cual un libertino pobre que besa y muerde
el seno martirizado de una vieja

ramera,
robamos, al pasar, un placer clandestino
que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja.









Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos,
en nuestros cerebros bulle un pueblo de Demonios,
y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
desciende, río invisible, con sordas quejas.








Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio,
todavía no han bordado con sus placenteros diseños

el canevás banal

de nuestros tristes destinos,

es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada.











Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos,
los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes,
los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes
en la jaula infame de nuestros vicios,


¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!


si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos,

haría complacido de la tierra un despojo

y en un bostezo tragaríase el mundo:





Es el Tedio! — los ojos preñados de involuntario llanto,

sueña con patíbulos mientras fuma su pipa,
tú conoces, lector, este monstruo delicado,



—Hipócrita lector, —mi semejante, —¡mi hermano!




"Charles Baudelaire"